No hace falta recorrer miles de kilómetros ni viajar a la otra punta del mundo en avión para pasar unas vacaciones en la montaña llenas de aventuras, paisajes inolvidables y experiencias para compartir de esas que se recuerdan toda la vida. De norte a sur de la península, hay rincones para desconectar de la rutina y volver a conectar con la naturaleza más pura y salvaje.
¿Cuáles son los mejores lugares para unas vacaciones a la montaña? ¿A dónde vale la pena ir en unas vacaciones en Pirineos? ¿Vas en pareja, con los amigos o con la familia? Inspírate con estos destinos y planes.
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Pirineo Aragonés, “la Meca” de la alta montaña
Nos acercamos a una impresionante frontera pétrea que, de lejos, parece impenetrable. En Huesca está algo así como “la Meca” de la alta montaña en España, ya que esta parte de la gran cordillera que limita con Francia de forma natural alberga hasta 188 picos que superan los 3.000 metros de altitud. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (aquí ideas de rutas) o el Valle de Benasque (algunas rutas, en Benasque) son dos magníficos puntos para los que buscan coronar “tresmiles” y dar paseos más tranquilos en un entorno privilegiado.
El Pirineo Aragonés es un fantástico destino para unas vacaciones en la montaña en invierno, gracias a sus estaciones de esquí de prestigio como Formigal-Panticosa, Cerler y Astún-Candanchú, pero también en verano, con remontes que siguen funcionando para acercar los senderos de alta montaña a todo el mundo.
Un rinconcito espectacular para unas vacaciones en Pirineos es el Valle de Tena, con varias propuestas para las familias. Mención especial el Tren El Sarrio, un bonito tren que se dirige al Valle de la Ripera, con rutas, mesas de picnic y pozas para bañarse. Quienes busquen un plus de aventura, deberían acercarse a la tirolina del Valle de Tena: se trata de la doble más larga y alta de Europa, que desciendo sobre las aguas del embalse de Búbal en un recorrido de un kilómetro a 120 metros de altura. Si queréis ampliar las emociones, os podéis pasar por Aventura en Biescas, un parque de tirolinas con 8 circuitos y más de 80 juegos.
Otro plan que no falla para ir con peques es el Parque Faunístico de Lacuniacha, con especies de animales que viven o vivieron en el Pirineo de lo más variadas: ciervos, sarrios, linces, osos, bisontes, lobos, muflones, etc. Métele más aventura a tus vacaciones en Pirineos con los deportes náuticos que se pueden practicar en el embarcadero de Lanuza, donde se alquilan piraguas y tablas de paddle surf, entre otros; o hacer rafting en Benasque, en el río Ésera.
Unas vacaciones a la montaña también son equivalente de relax y desconexión. Hay muchas cosas que ver y hacer en el Pirineo Aragonés y el mejor lugar para relajarse es el Balneario de Panticosa y sus Termas de Tiberio. Tiene aguas mineromedicinales que brotan de la tierra a 53 grados.
Pirineo Catalán, un destino de montaña con mucha aventura
Uno de nuestros destinos favoritos para unas vacaciones en la montaña es el Pirineo Catalán. Su gran diversidad de paisajes, su historia y las posibilidades que brinda para la práctica de deportes de aventura hace que sea ideal para todo tipo de públicos. Hay enclaves únicos, como el Congost de Mont-Rebei, sus puentes colgantes y senderos horadados en la roca. O Vall de Núria, un lugar que deja sin aliento, con su santuario y su lago, a donde solo se puede llegar caminando o con un tren cremallera.
También hay, por supuesto, propuestas de alta montaña. A fin de cuentas, ¡estamos hablando de unas vacaciones en Pirineos! Un paraje de belleza incomparable es el Parque Natural de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, que tiene más de 200 lagos de alta montaña (o como se les conoce en catalán, “estanys”). Hay muchas rutas y actividades de aventura para explorar el entorno. La cercana Val d’Aran es otro destino imprescindible para los amantes de los paisajes de naturaleza y de las rutas de montaña. Su capital, Vielha, es de visita obligatoria para pasear, conocer su patrimonio cultural, para divertirte en su gran palacio de hielo y para descubrir las mejores rutas en el Valle de Arán.
En la comarca de La Cerdanya podemos acercarnos al bonito pueblo de Llívia, subir al pico de La Tosa o incluso hacer un trozo del Camino de Santiago. Por supuesto, no podemos dejar de mencionar el gran número de pistas de esquí y actividades complementarias que se extienden por las estaciones del Pirineo Catalán: Baqueira Beret, Boí Taüll, La Molina, Masella, Espot, Port Ainé y Port del Comte. Entre mayo y octubre, aproximadamente, es la mejor época para practicar rafting en Llavorsí.
Sierra Nevada, esquí y pueblos con encanto
En el sur de la Península también hay un destino que nos encanta para unas vacaciones en la montaña: Sierra Nevada. Las impresionantes montañas que se ven desde la ciudad de Granada albergan una conocida estación de esquí con más de 110 kilómetros de pistas, esquí nocturno, y otras áreas complementarias como el parque de actividades de Mirlo Blanco, tubbing, zona de trineos, una montaña rusa sobre la nieve, etc.
Es mucho más que su estación de esquí, Sierra Nevada propone más planes para redondear unas vacaciones a la montaña. Las cimas más altas de la Península Ibérica no están en los Pirineos, sino aquí: el Mulhacen (3.479 metros) y el Veleta (3.396 metros), por lo que su ascensión es todo un reto para los montañeros; una de las rutas en Sierra Nevada más tranquila, pero preciosa, es la de la Vereda de la Estrella, que sale de Güéjar Sierra. Hay refugios que te sorprenderán.
Aprovecha el viaje para descubrir los preciosos pueblos de las Alpujarras, como Pampaneira, Bubión, Lanjarón y su balneario o Capileira. Y, por supuesto, no dejes de hacer una escapada a la ciudad de Granada y vivir en primera persona su ambiente de cerveceo y tapas.
Andorra, un país de vacaciones de montaña
Un pequeño país enclavado en medio de las montañas. Así que es un destino ideal para unas vacaciones en la montaña para relajarse, pero también para hacer multitud de planes. Planes no faltarán en ningún momento: desde esquiar en Andorra o hacer actividades en la nieve en Grandvalira, Pal Arinsal u Ordino Arcalís, hasta disfrutar de su entorno también en verano. Para unas vacaciones en Pirineos en familia, os recomendamos ir al parque de actividades Mon(t) Màgic y conocer su vertiginosa tirolina.
La capital, Andorra la Vella, es un popular lugar para irse de shopping y conseguir las mejores marcas a precios de ganga. Aquí te contamos qué vale la pena comprar barato en Andorra. En verano, la capital acoge una actuación única del Cirque du Soleil. Para una propuesta más cultural, es interesante conocer el románico de Andorra, con iglesias construidas entre los siglos VIII y XIII con piedra de pizarra (por ejemplo, la iglesia de Sant Climent de Pal) o visitar pueblos pintorescos como Les Bons, Fontaneda o Llorts, punto de partida de la Ruta del Hierro, o el Santuario de Meritxell.
Andorra tiene uno de los balnearios más prestigiosos de Europa: Caldea. Es un enorme complejo dedicado al bienestar y en el que hasta los peques tienen una zona de uso exclusivo. Si viajas con peques en tus vacaciones a la montaña, deberías pasarte por el parque de Naturland, conocido por su impresionante Tobotronc, considerado el “tobogán alpino” más largo del mundo con 5 kilómetros de longitud. Aquí te dejamos más ideas de qué hacer en Andorra en unas vacaciones en Pirineos.