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Esquí Adaptado: Guía de Modalidades, Inclusión y Mejores Estaciones

Si hace unas décadas el esquí era un deporte invernal que solo podían practicar unas pocas personas privilegiadas, con el paso del tiempo, afortunadamente, se ha democratizado y se ha extendido a amplias capas de la población. Y no hablamos solo de una cuestión económica, sino también de capacidades físicas. La aparición del esquí adaptado ha permitido que las personas con diversidad funcional puedan experimentar la emoción de descender por pistas nevadas.

Incluso existe el esquí alpino paralímpico. Vamos a conocerlo más a fondo y a descubrir las mejores estaciones para practicar esquí adaptado si estás pensando en reservar un viaje de esquí pero necesitas algo más de información sobre el tema.

Más que un deporte: Origen y beneficios

esqui adaptado

Fruto de una sociedad cada vez más preocupada por incluir a todas las personas —independientemente de sus condiciones físicas o mentales— en las actividades diarias, nació la necesidad de que también pudieran esquiar quienes tienen dificultades en la movilidad, en la visión, etc.

Si el esquí alpino se creó a finales del siglo XIX, las primeras adaptaciones que darían lugar al esquí adaptado se remontan a mediados del siglo XX.

El momento es clave: tras las Guerras Mundiales, había muchos veteranos que habían vuelto del frente con amputaciones o lesiones medulares.

Así, las primeras adaptaciones consistieron en bastones con pequeños esquís en las puntas como una especie de estabilizadores para los amputados de una extremidad o sillas unidas a esquís para quienes no podían usar las piernas.

El esquí adaptado debutó en los primeros Juegos Paralímpicos de Invierno de Örnsköldsvik (Suecia) en 1976. Hay quien le llama esquí de minusválidos o esquí de discapacitados, pero nosotros preferimos decirle esquí adaptado por ser el término consensuado y más respetuoso.

En cuanto a los beneficios, son múltiples. Quienes practican esquí adaptado ven un impacto físico positivo, ya que mejora el equilibrio y la postura, aumenta la resistencia, contribuye al fortalecimiento muscular y potencia la agilidad y la coordinación.

Esto va aparejado a unos beneficios psicológicos y emocionales, ya que aporta sensación de libertad e independencia (¿quién no lo siente en la montaña?), fortalece la autoestima y la autoconfianza, reduce el estrés y la ansiedad y mejora la concentración, entre otros.

Pero el esquí adaptado también tiene unos beneficios sociales que ayudan a toda la comunidad. Nos referimos a factores como la inclusión social, el intercambio y el compañerismo o la inspiración que aportan estas personas para la motivación diaria.

Modalidades y material técnico: ¿Cómo se adapta el esquí?

Esquí en silla (sit-ski): Diferencias entre mono-esquí y bi-esquí

esqui adaptado

El llamado esquí en silla o sit-ski es una de las modalidades de esquí adaptado que facilita la práctica de este deporte invernal a las personas con complicaciones en las extremidades inferiores.

Existen de dos tipos: el monoesquí (o monoski), que dispone de un asiento fijo montado sobre un solo esquí alpino y con un control más complicado, con un movimiento del torso y la inclinación del esquí, por lo que es la elección de los atletas de élite que buscan más velocidad y ángulo de giro.

Y el biesquí, que es un asiento montado sobre dos esquís alpinos paralelos y separados, más estable y seguro, ideal para los principiantes o para personas con grados más severos de discapacidad.

Esquí de pie (standing): Técnicas de tres y cuatro huellas

esquí adaptado

Dentro del esquí adaptado, cuando hablamos de esquí de pie (o standing) nos referimos a la categoría de los atletas que tienen una discapacidad física, pero pueden esquiar sin necesidad de estar sentados. Lo pueden hacer con uno o dos esquís y, habitualmente, con dos estabilizadores.

Existen dos técnicas: la de tres huellas, con tres puntos de apoyo, pensada para deportistas con una afectación o amputación en una sola pierna; y la de cuatro huellas, con cuatro puntos de apoyo, para quienes tienen afectación en ambas piernas y usan dos esquís y dos estabilizadores.

Discapacidad visual: El rol del guía y la comunicación

A veces, los deportistas de esquí adaptado no tienen problemas de movilidad, pero sí discapacidad visual (ya sea baja visión o ceguera total).

Aquí entra en juego una segunda persona: el guía. Los esquiadores emplean unos esquís y bastones convencionales, pero siempre van prececidos por su acompañamente.

Como te puedes imaginar, para estas personas el rol del guía es esencial para su orientación y seguridad. De hecho, el acompañante también recibe medallas en las competiciones.

Su principal función es decirle al esquiador con problemas de visión cómo es el trazado, las condiciones de la pista o los cambios en el terreno. Se convierte, literalmente, en sus ojos. Y todo en un contexto en el que se pueden superar los 100 km/h.

Para hablar, emplean un intercomunicador inalámbrico: el guía lleva un micrófono de diadema o uno integrado en el casco, mientras que el esquiador recibe la información con unos auriculares bluetooth.

Barreras y accesibilidad en las estaciones de esquí

El desafío de los remontes y la arquitectura en pista

Llegamos a un punto clave: cómo ve o siente una persona con diversidad funcional una estación de esquí. ¿Están preparadas para el esquí adaptado? Depende, unas más que otras.

Los principales escollos son los remontes, ya que necesitan que se ralenticen (y eso significa personal presente y capacitado para asistirlos), y la arquitectura en pista, que debe contar con un diseño sin barreras arquitectónicas (es decir, con zonas de transición planas en pistas y trazados amplios que permitan el uso de sus equipos).

La importancia de la formación del personal y servicios

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Otro aspecto fundamental que hemos mencionado antes es que las estaciones de esquí dispongan de personal formado para atender y facilitar el esquí adaptado en el embarque y desembarque, conocimiento del equipo que emplean, etc. Además, es importante que las escuelas de esquí cuenten con instructores especializados en esquí adaptado.

Por supuesto, es esencial que las estaciones de esquí estén preparadas para acoger a todas las personas. Eso significa que los edificios tengan rampas accesibles, baños adaptados, que las tiendas cuenten con material específico de alquiler y en buen estado, que haya plazas de parking reservadas y cercanas a los accesos principales o que haya horarios y zonas específicas de uso prioritario de los remontes.

Las mejores estaciones para practicar esquí adaptado

Acabamos con el apartado más interesante para quienes quieren practicar esquí adaptado: ¿Cuáles son las mejores estaciones, las más accesibles en base a lo que hemos citado en este artículo?

Hay dos referencias en España: el esquí adaptado en La Molina (Pirineo Catalán), premiada internacionalmente y considerada como la más accesible por sus amplias inversiones en la materia, además de tener el centro de deporte adaptado Play and Train; y el esquí adaptado en Sierra Nevada (Granada), también galardonada, con telecabinas accesibles con silla de ruedas, un local específico para cambiar la silla de ruedas por otra de esquí, personal cualificado y tarifas bonificadas, entre otros.

Hay que hacer una mención especial a la estación de Grandvalira en Andorra. El dominio esquiable más grande del Pirineo tiene escuelas especializadas de esquí adaptado, infraestructuras accesibles, personal preparado para atender a estas personas y descuentos especiales e invitaciones al acompañante en el caso de discapacidad visual. ¡Nadie tiene excusas (ni barreras) para no esquiar este invierno!

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Publicado por Viajes Estiber

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